jueves, 26 de enero de 2012

José María Peñaranda


Nacíó en la Ciudad de Barranquilla Colombia el 11 de marzo de 1907, nunca se preocupó por estudiar música y por tal motivo desconocía la escritura solo tocaba escuchando las notas melodiosas del acordeón.
En los ratos libres los dedicaba a un pequeño taller de reparaciones de radios.
Peñaranda con su nariz sobresaliente se caracterizó por sus composiciones hechas con un lenguaje picaresco, tenía la particularidad de atraer más adeptos,  que los párrocos hasta los jefes de las familias tradicionales del pueblo, incluyendo a los abuelos, la habían condenado y puesto en primer lugar de su lista negra.
Dirigia un cuarteto de acordeón acompañado de dos guitarras y una guacharaca; y entre sus composiciones podemos mencionar: La ópera del mondongo, La pringamosa, Los limones, La inyección entre otras.
El motivo de la aversión exagerada hacia la música de Peñaranda obedecía a que él, poco a poco, fue subiendo el tono de la picaresca de sus canciones. Este cantautor había iniciado su carrera a la fama con la popular canción “El hombre caimán”, que con el tiempo se transformó en la célebre “Se va el caimán”, preferida por muchos para adaptar sus coplas en todos los tonos posibles.  También había compuesto la versión original de la canción “Ya me voy p´a Cataca”, que los cubanos se encargaron de cambiarla por la popular “Ya me voy pa´ La Habana”.  Posteriormente compuso “La cosecha de mujeres”, que años más tarde el intérprete sinaloense Mike Laure, la hiciera famosa fuera de Colombia. 
Posteriormente Peñaranda se dedicó a componer temas de doble sentido, en donde su particular voz se encargaba de imprimirle el timbre bandido que el tema demandaba, con un ritmo típico de la región de él, la Costa Atlántica de Colombia y que con ligeras variaciones es la misma música de la vecina región de Valledupar, que posteriormente se llegó a conocer como Vallenato.  En la misma predominaba el acordeón, la caja y la cacharaca, que es una especie de guaira, aunque Peñaranda le agregó guitarra, bajo y tumbadora; sin embargo, los ritmos que predominaron en su música fueron el Paseo, el Merengue y el Son, que son los mismos que se manejan en la música vallenata.  Por tal razón a Peñaranda no se consideraba   como exponente esta música.
La mayoría de las letras de sus canciones, el cantautor dejaba a la imaginación del oyente la interpretación que éste les quisiera dar, pues no hay palabra mal dicha, sino mal interpretada.  Cuando Peñaranda se aventó la cerca fue cuando compuso La Opera del Mondongo, en donde no dejó nada a la imaginación, explicitando las mayores bascosidades que pudieran imaginarse.   
"A finales de los años sesenta compuso una canción sobre la escasez de alimentos en Cuba, pero en vez de enfocarla desde la perspectiva de las causas que la provocaron o contrastarla con la abundancia de otras cosas, la orientó, sin enchinársele la piel, hacia una dura crítica a la negación del problema de parte del régimen de Fidel.  A pesar de que no se adivina ninguna intención política en esa composición, pues nunca fue el estilo de Peñaranda, la misma le valió la animadversión de algunos intolerantes.  En fin, su carrera artística fue maratónica y al final de la misma todavía tuvo la oportunidad de dedicarle un tema a la Viagra." 
Murió el 10 de enero del 2006, a la edad de 98 años ya entregado a la religión cristiana.
Fuente:http://ortegareyes.wordpress.com/tag/vallenato/



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